Qué días más emotivos los de Semana Santa.
La S.S. va precedida por la Cuaresma, es el tiempo litúrgico del calendario cristiano destinado a la preparación espiritual de la fiesta de Pascua, ¡Toma ya! (gitana del whatsapp) y durante esos cinco viernes, seis si contamos el de Viernes de Dolores, no se puede comer carne... mmm, vale, lo que digáis. La S.S. comienza el ya mencionado viernes de Dolores, que yo siento más Dolores los lunes, pero quién soy yo para cambiar una tradición, y termina con el Domingo de Resurrección, como esos domingos en los que superas la resaca consiguiendo salir del sofá para una comida en la que necesitas interactuar con otras personas que no sean tus enanitos martilleando en tu cabeza.
Así queda el esquema de la Semana Santa por orden cronológico:
- Viernes de Dolores
- Jueves Santo
- Viernes Santo
- Sábado Santo
- Domingo Resurrección
Bueno, a lo que iba, que si eres devoto o devota, disfrutas mucho de esta festividad y de las procesiones con las cofradías y lo que eso significa, si no digo yo que no. Pero el problema es, cuando a una persona corriente como yo, le llegan las ansiadas vacaciones y la mayoría de sus amigas están muriendo de amor con sus parejas, sus perros, sus gatos, sus tortugas... y a una servidora le toca recluirse en casa de sus padres, con lo que eso conlleva... ¡SEMANA SANTA FAMILIAR! Por Dios, que me cruficiquen a mí también, y a poder ser, antes de que engorde 20 kilos con las comidas típicas de estas fechas, de que mi madre termine con toooda la paciencia que alberga mi cuerpo y mi padre aproveche mi presencia para arreglar toda la tecnología que hay en casa... No olvidemos que soy una superviviente, así que puedo con eso y ¡más! (espero que mis plegarias hayan sido escuchadas).
Pero al resto del universo, les deseo unos felices días de descanso y a los que les toque lidiar con la familia como a mí, ¡Ánimo, campeones!
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